1 jul 2009

El árbol de la vida



Pasaban los años pero no había caso. Los precios de las cosechas tradicionales habían caído sustancialmente. A sus titantos el agricultor pensaba , entonces, cómo sería su vejez . Muy a contrapelo decidió plantar un bosque en una zona de su campo que no había sido explotada. . Su idea era que al cabo de 15 o 20 años, cuando ya se estuviera retirando, pudiera conseguir el dinero suficiente para lo que vendría.
Compró semillas y brotes tratados genéticamente para obtener una mejor producción. Se hizo también de los mejores fertilizantes y sistemas de regadío. Y apenas los árboles comenzaron a crecer cortó sus ramas para potenciar y concentrar toda la fuerza en sus troncos. Ni hablar de frutos que también fueron cortados apenas se asomaron
Pero a la vez quiso darse un gusto. Plantó un único árbol de la misma especie en otro lugar de su campo, a un costado del río, simplemente para su deleite. También procuró que tuviera agua y abono pero en forma absolutamente natural, dejándolo crecer y que sus ramas llegaran donde tenían que llegar. En él estaba puesta su pasión.
Pasaron los años. Y la plantación alcanzó su punto de madurez. Comenzó la tala del bosque que en rigor nunca fue tal. Pero el agricultor, al fin y al cabo, obtuvo los retornos que esperaba. Hasta ahí llegó su historia.
El árbol del otro lado también creció vigoroso. No hacia arriba, pero lleno de ramas y frutos. Era tan frondoso y verde que muchas aves encontraron en él un espacio para anidar. Los animales que llegaban al río para beber aprovechaban su sombra pero además los frutos que caían en forma abundante. Era tal su vitalidad que año a año en septiembre, el viento agitando sus hojas, anunciaba inequívocamente la llegada de la primavera. Gracias a esa misma brisa y a la acción de los animales sus semillas se esparcieron. Y con el tiempo fue formándose un nuevo bosque cuyos árboles anunciaron aun con mayor ímpetu al agricultor , a sus descendientes, a los animales y las aves la llegada de la eterna primavera.

3 comentarios:

Claudia Jaramillo dijo...

que linda metafora Rafa, que fuertes estan esas raices!!!!!. me hizo evocar el bambu japones que tarda 7 años en crecer, tanto que muchos creen que las semillas eran infertiles, pero en ese tiempo esta desarrollando su complejisimo y maravilloso sistema de raices que sustentan su crecimiento...hasta que de pronto en pocas semanas despues de los 7 años, crece varios metros.....naturaleza sabia...siempre detras de las cosas importantes.....
Gracias!!!

Rafael dijo...

Gracias Claudia. Es importante tener raíces sólidas para poder absorber el agua cuando falta y que el árbol pueda aguantar la fuerza de los vientos

Unknown dijo...

¡Qué lindo lo que escribiste Rafael!

Muchas gracias por el regalo.

Un abrazo

Paul