12 jun 2009

Lo que vio.


Había marcado su juventud, con sus ojos. Era ella con otras más pero como ninguna otra. Única. Y a él, lo convirtió en tigre. Aunque él ya era uno, pero con ella era dos.


Los conocí bien sin saber quienes son, y ellos no saben de mí. O al menos eso creo.


Pero en el reflejo, a veces, nos encontramos. Los tres, los cuatro, hasta los cinco. Según cuantos sean.


De ella aprendo. A ella temo. A veces. Es que es tan profunda. Si tú la vieras como él la vio, verías mucho más allá.


Él aprende de ella aunque ella no quiere saber nada de él. Al menos , creo que eso vio.


La sigue en todas sus andanzas, sus descubrimientos devienen los de él y juntos cruzan selvas y nubes. Él la mira y ella también.

De pronto, ella, de tanto mirarse, olvidó que él estaba ahí, para ella, para ellas. Y él le pidió que lo mirara, pero nada pasó.


Ella seguía mirándose en sus reflejos, en las otras, porque ella era con otras pero como ninguna otra.

Entonces, el tiempo pasa y lo que viene a nadie le interesa.
Salvo a mí, que quedo pegada a la última escena, donde se separan hasta la próxima función.

Si me quedo un poco más, ellos volverán a verme mirarlos como tantas otras veces. Pero esta vez, puedo elegir el final, puedo ser cualquiera de ellos, de todos ellos.


Dependerá de qué es lo que quiero que ellos vean de mí.

La pantalla se acerca o se aleja.

En realidad es la imagen.

En realidad es la imaginación.

5 jun 2009

¿QUÉ ES LO QUE HACE UN COACH? Introducción al coaching integral, de Paul Anwandter, es comentado por Fernanda Donoso


Una moda, una tendencia, una necesidad. El coaching tiene una historia más o menos reciente, sobre todo entre nosotros. Se refiere a una forma de ayudar a otro a salir de ciertos conflictos o avanzar en ciertas destrezas y objetivos. El coach es el que responde, el coachee es el que pregunta. Pero el que en verdad tiene las respuestas es el coachee, sostiene Paul Anwandter. Introducción al coaching integral es su penúltimo libro. Es la sistematización de una experiencia que abarca múltiples disciplinas: desde la programación neurolingüística a la hipnosis ericksoniana, la inteligencia emocional y la filosofía integral.

De modo que usted hace un contrato de coaching: Anwandter sugiere, al final del libro, un modelo de contrato con todas sus letras. El coaching se basa, entre otras cosas, en establecer acuerdos de una claridad meridiana. Anwandter propone, por ejemplo, que: "Un estado de ánimo positivo trae a la memoria recuerdos positivos, mientras que los estados de ánimo negativo hacen lo contrario. Y que (al revés que la esperanza y el optimismo), la apatía, la depresión, el pesimismo, vuelven casi imposible cualquier solución positiva de un problema". Uno de sus métodos es resignificar: "Resignificar los resultados indeseados significa devolverle al coachee el sentido de sus actos en vistas de un objetivo que está más allá". Sobre todo porque "el optimismo y la esperanza no serían necesariamente características innatas de nuestro temperamento, se trata de habilidades que también se pueden desarrollar".

Una de las perspectivas del coaching integral es el aporte del pensamiento sistémico. A grandes rasgos, los cambios que el pensamiento sistémico impulsa son: Pensar en el todo más que en las partes. Pensar más en las relaciones que en los objetos. Pensar más en las redes que en las jerarquías. Pensar más en círculos que en líneas. Pensar más en procesos que en estructuras. Pensar más en organismos que en mecanismos. Pensar que el conocimiento es contextual y epistémico más que objetivo. Pensar más en descripciones aproximadas que en verdades. Pensar más en la cooperación que en el control. Quizá el tema de fondo sea que, ni terapia ni curso, el coaching implica la experiencia de ver de nuevo. El coaching de vida, por ejemplo, que está en pleno auge. Pero quién nos puede enseñar a vivir. "Estamos siendo", es una de las ideas centrales: no hay un ser definido de una vez para siempre, y fluir es el verbo.