9 jun 2008

Sé que tú sabes es con S final...


Yo sabía que tú sabías que yo no sabía nada... ¿entonces porqué te enojaste si tú sabías más que yo? Nunca lo supe.

Entonces le pregunté a mi amigo Sócrates y me dijo lo mismo...que él no tiene idea de nada. Menos de lo que tú sabes. O de lo que no sabes. Lo cual nunca se sabrá.

Y conversamos sobre lo que sabemos de lo que no sabemos...Y me contó que quería ser el padre de la filosofía occidental (para saber más) y de la física moral. Me dijo, sin mucha convicción, que el objeto de la ciencia es lo general y no lo particular y que no buscaba resolver los misterios de la creación del universo sino aquellos del Hombre. Lo cual lo tenía algo complicado debido a las tendencias sexuales griegas de la época.

Su única certeza es que no la tiene...bueno, algo es algo...y se niega a tenerla ya que según él es esclavizante: ¡Saber es estar más que seguro, tener la certeza de algo!

No saber, de manera irreversible, permite permanecer libre y no esclavo de su propia estupidez. Y concluyó, con mucha certeza, que el conocimiento sólo es provisorio y jamás absoluto (lo cual no me quedó muy claro, afortunadamente). Entonces, quiso hacerme muchas preguntas, muy al estilo Mayéutico, lo cual profundizó mi trance y, al responder, descubrí que mi ignorancia es una bendición (como diría la Pity, mi amiga, ustedes saben...).

No estoy muy segura de haber solucionado mi problema, además pienso que Sócrates me sembró uno mayor (aunque él no tenga idea de lo que hizo). Porque la certeza es que me fascina pensar...pero parece que lo hago bastante mal. Discúlpenme por eso.

Ser un Homo Sapiens tiene sus recompensas...
Aunque no sé cuales...

Para no meterme en líos, aclaro que todo lo que aquí aparece es ajeno a la opinión de los colaboradores de esta página, y que las opiniones aquí vertidas no son mías, ni siquiera son opiniones, de hecho ni siquiera existo... (Aunque todo eso no lo sé...sólo tú lo sabes).

Atte.
L’Epine