15 oct 2008

Termitas


“La paciencia”, dicen las buenas lenguas, “trae grandes recompensas”…
Templa el carácter, decía la abuela…nos da tolerancia para enfrentar la vida…decía el abuelo, mientras cerraba los ojos para aspirar la vieja pipa, compañera silenciosa de tantos consejos…


Paciencia…Y tolerancia…me repetía una y otra vez el otro día mientras lijaba afanosamente un gran tablón de madera…
Rrrrrr sonaba la lijadora eléctrica mientras yo lijaba y cepillaba una y otra vez…
“se cuidadosa y no corras”…
”anda lento pero seguro”…
-repetían mis diálogos internos ronroneando al compás de la lijadora.

Y mientras la lija raspaba, la madera emergía hermosa… como nueva…
¡¡¡Cuando de repente!!!…al pasar mi mano… toqué algo distinto…la madera estaba blanda…mmm…sople…pase la mano…y ahí estaban…miles de huequitos redondos en medio del tablón…
abrí mis ojos… pase la lijadora rápidamente…y….nada… ellos permanecían…

“Ufff!! Termitas” -dijo mi inconciente…
“Pero no las conoces” -me dijo el conciente…
¡Vengan a mirar! - dije yo…

¡¡¡Que lata!!! Y el problema es que son una plaga…escuche decir a mi marido-frunciendo el entrecejo-sentenciando a mi pobre tablón…
No te preocupes mamá…afortunadamente hay remedio…decía mi hijo…
Siempre hay…decía traviesamente mi hija…

Y mirando mi tablón… preparándome para ir a comprar el antídoto…llegué a esta conclusión:

Los miedos en un individuo…son como las termitas, van horadando y carcomiendo…el pensamiento y la autoestima…y se reproducen rápido…son silenciosos y pueden llegan hasta la medula…

¿Como combatirlos?…

Primero: Aceptando que están ahí.
Luego, inyectándole una buena dosis de confianza…Has vencido a lo largo de tu vida a muchos huequitos en un tablón…
Y para que eso ocurra, recurrimos a nuestra capacidad interna, tolerando el poder mirarlos,aceptando pacientemente que indudablemente, tenemos en nuestro repertorio, la capacidad para combatirlos.
Los antídotos están donde menos uno se imagina, pero siempre están.
¡¡¡Has llegado hasta aquí gracias a todos ellos.
Y lo vamos a seguir haciendo una y otra vez…

…Si lo tomamos literal…Wall Street, La bolsa...un divorcio, reducción de personal, una pelea, los cambios en general, son parte de la vida y la mayor parte de las veces nos regalan una gran oportunidad de aceptar y combatir nuestras termitas.

¿Como sobrevivir a ellas en un mundo convulsionado y efervescente?…tal vez, estando alerta y cuidando de no olvidar nuestra historia…

Porque sin lugar a dudas, nos daremos cuentas que siempre aunque no lo parezca, somos capaces de levantarnos y de seguir lijando…

Gloria Cornejo Jones
Hipnoterapeuta.


13 oct 2008

Sólo fue un accidente.



Tal vez, fue necesario vivirlo para animarme a publicarlo...al menos una parte de él... un cambio.


"Les quiero contar que, una vez, alguien que estimo muchísimo, y que siempre murmura al oído, me preguntó:


- ¿Si supieras que hoy es el último día de tu vida, que mañana no habrá nada que hacer, si supieras que esta noche verás la cara de tu Dios y del amor, cambiarías?”

- ¡Por supuesto que sí! fue mi inmediata respuesta.

Y luego agregó:

-¿Y cómo?

- Bueno, trataría de dejar todo listo, mis hijos los confiaría a mis amores más cercanos, haría los trámites necesarios con los bancos, escribiría una carta, lloraría por mí y por aquellos que dejo atrás, trataría de tener una especial cena familiar, tal vez me acercaría a alguna iglesia o templo, haría llamadas telefónicas para despedirme. (En fin, causa-efecto).

- Ah, pero entonces, tú no cambiarías, solamente te preocuparías de terminar lo que ya empezaste o lo que en algún momento quisiste hacer, pero no tuviste tiempo o valor o conocimientos o… ¿Estás segura que no harías algún otro cambio, tomar otra decisión?

- Mmmm, sí. Me lanzaría en paracaídas. Siempre quize hacerlo... Ah, y también tomaría un curso de Italiano, claro que uno muy cortito, por lo del tiempo. Aunque pensándolo bien, si tuviera un mes más de vida...

- Dije unas horas...


........Entonces, me puse a llorar.


- Cámate. Respira hondo.Te doy otra oportunidad, sin tiempo definido. Pero debes recordar que el tiempo es limitado para la vida humana.

- Sólo quiero ser libre...Y hacer todo lo que quiera hacer. Y tener tiempo para darme esa oportunidad.

- Y, sin embargo, buscaste esa libertad en el cielo, en el mar y en la tierra. ¿Qué lugar faltó por recorrer?

- Mi corazón...

- ¿A qué se parece tu corazón?

- A una enorme mina de carbón, oscura, llena de recovecos, de miedos, de sorpresas...A veces entro en ella y luego no estoy segura, entonces vuelvo atrás, donde estoy segura. Pero, tal vez, si voy hasta el fondo, ahí encuentre un diamante. Mi diamante. Luminoso. De eso estoy segura.

- Entonces, aprende a ensuciarte."
Amigos míos, acabo de salir de la mina de carbón.