16 ago 2008

El que gana siempre

Llovía mucho y le dije que quería que saliera.


El estaba recién despertando.


Me miró con una cara que decía: ¿Pero por qué tengo que salir si está lloviendo y tengo sueño?


Se lo dije de varias maneras y se lo expliqué de la mejor manera (eso creía yo).


Me parece que también le entregué mis mejores argumentos.


Nada.


Impávido, me observaba con su cara de can.


Hasta que pensé : para comunicarme mejor con él, no puedo ser yo, si no alguien como él.


Entonces abrí la puerta, asomé mi hocico y salí.


Miré con mucha lentitud y curiosidad qué es lo que ocurría en el pasto, totalmente empapado por el agua.


Ya no me importó lo que el haría.


Lo dejé al margen de esta experiencia que era sólo mía. Sólo mía.


En esto, él ya no pudo resistir el no ser considerado, ser nadie y nada.


EL TENÍA que tener la delantera y saber todo antes que yo.


Entonces salió corriendo ...


Para ganar...

2 comentarios:

Andrea Castro Dussert dijo...

¡Qué buen rapport! De verdad que existen tantas maneras de motivar...
¡Gracias!
Andrea

Unknown dijo...

¡Muchas gracias por tu comentario Andrea!

Es más fácil "rapportear" un animal, cuando uno también tiene consciencia de ser uno...

Un abrazo

Paul