¿Y qué más da? le respondieron. "Independiente de si ves las estrellas o el alba,de si está cubierto o despejado, de cómo se mueva el agua o de la dirección en que se desplacen los vientos ...El sol nunca deja de brillar."
19 mar 2013
Erase una vez
Cuenta la historia que el hombre soñaba en un mar profundo. Un pescador lo invitó a cenar y descubrió en ese alimento la luz. Volvió al agua, pero esta vez para nadar. Desde entonces todo instante se hizo infinito. Aprendió a disfrutar cada centímetro de agua. Ya no importaba si era sueño o realidad...Simplemente...nadab a. Era como volar. Y así aprendió a nadar en el cielo. Y daba lo mismo si era de día o de noche, si el agua estaba calma o agitada. Se preguntó entonces el por qué.
¿Y qué más da? le respondieron. "Independiente de si ves las estrellas o el alba,de si está cubierto o despejado, de cómo se mueva el agua o de la dirección en que se desplacen los vientos ...El sol nunca deja de brillar."
¿Y qué más da? le respondieron. "Independiente de si ves las estrellas o el alba,de si está cubierto o despejado, de cómo se mueva el agua o de la dirección en que se desplacen los vientos ...El sol nunca deja de brillar."
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1 comentario:
Qué bonito Rafael!!! Gracias por el regalo.
Un abrazo,
Paul
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