4 sept 2007

Espejito, espejito...


Dime..¿Y yo, por qué no puedo mirarme al espejo? ¿Ah?


¡El vidrio no tiene nada de malo! Es el reflejo lo incorrecto. Una torcedura por aquí, unas gotas pegadas por allá y el corazón bombeando enojos…y un grito apagado por detrás de los párpados. Por detrás, y por el otro lado, existe un Borges indiferente quien murmura algo de ébanos sutiles, cielos inversos…pero si así no funciona, al menos no para mí…lo que veo está lejos de ser poético. Cierto. Y también hay un Da Vinci, obsesionado y obsesivo. Y ese cristal tan dulce y helado trasladó maquinarias de instantes frágiles a la creación perfecta, miles de agujas perforaron su imaginación y el espejo fue testigo de un destello de historia…tomó fuego, ardió hasta el final. Qué puedo hacer si ya soy curiosa. Si tan perfecto eres, entonces déjame mirar ¿qué ganas al silenciar, si hay una llamita? …Si acaso existe… Claro, existe, para ellos…rabia…

Y luego, con tu mirada glacial y lisa me explicaste que no somos compatibles… ¿cómo? te confieso que no he terminado de entender. ¡Pero si sólo es un reflejo!

…De la rabia pasé a la pena. De la pena al silencio. Del silencio a la inconsciencia. Y penetré el espejo, violando sus secretos infinitos, sus miles de facetas, platas y mercurios en armonía, encandilada por reflejos verdes y acuosos que las mujeres no debemos saber. No lo debemos ver. Uno siempre generaliza. Y recordé que tuviste miedo. Uno siempre…entonces, algo pasó y un trocito de vidrio se coló por los poros de la piel, brotó lánguido y adolescente, exasperado por las imperfecciones, por las sombras, por los escalones de la edad. Se fue esparciendo por mi cara, llenando mis oídos y mi memoria…ahí estabas, frío, liso y honesto…esperando…contemplando las paredes verdes…y el rojo de reojo salpicado…todo invertido y soñando despierto, mientras yo veía como el mundo callaba y tu voz de iceberg “ no te hundas más”…


Un minuto de silencio, por favor, para regresar al otro lado del espejo…


Hoy, el corazón volvió a bombear. Sin rabias ni penas. Supe de inmediato que había sido un sueño, una pesadilla. El olor del café inundó la mañana y el tiempo regresó con sus alegrías y urgencias anodinas. En mi baño, el enorme espejo estaba intacto. Porfiado y altanero. Si no fuera por un pequeñísimo detalle, ahí, en la esquina inferior derecha.

Apenas visible.

Una diminuta trizadura.


Si quieren mi opinión…uno nunca tiene suficiente consciencia de si mismo…pero uno siempre generaliza…

4 comentarios:

Georgette Sarrás dijo...

¡Andrea en el País de las Pesadillas!
¡Tremendo relato!

Me recordaste una anécdota de Carroll con la pequeña Alicia que inspiró la segunda parte de Alicia en el País de las Maravillas. La busqué y aquí te va:

Estaban en un salón lleno de elegantes muebles con un gran espejo al fondo. Carroll situó a la niña delante del espejo y dándole una naranja le dijo:

-Primero quiero que me digas en qué mano tienes la naranja.
-En la derecha -contestó Alicia.
-Ahora -dijo Carroll- fíjate en el espejo y dime en cuál mano tiene la naranja la niña que ves en él.
-En la izquierda- dijo Alicia.
-¿Y cómo se explica eso?-le preguntó Carroll.
La niña se quedó dudando, pero al fin dijo:
-Si yo estuviera al otro lado del espejo, ¿no es cierto que naranja seguiría estando en mi mano derecha?
-¡Bravo, mi pequeña Alicia!-exclamó Carroll- ¡Es la mejor respuesta que he recibido hasta el momento!

Unknown dijo...

... y Borges con una mirada infantil y una sonrisa en los lábios, dijo mirando al espejo:

" Humpty Dumpty sat on a wall.

Humpty Dumpty had a great fall.

One of the king's horses with one of the king's men

Put Humpty together again..."

Un abrazo,

Paul

Andrea Castro Dussert dijo...

Queridísima amiga, "Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero, hay quienes luchan toda la vida. Esos son los imprescindibles"...cuando soñé con serpientes, me diste ese regalo, no sé sí sin querer pero sí con todo tu cariño...entonces gracias nuevamente...por nuevamente tu cariño...

Andrea Castro Dussert dijo...

"En invierno, cuando los campos están blancos, canto esta canción en tu loor."
-Sólo que no la canto- añadió a modo de explicación.
-Ya veo que no- dijo Alicia.
-Si tu puedes ver si la estoy cantando o no, tienes más vista que la mayor parte de la gente-observó severamente Humpty Dumpty. Alicia se quedó callada.
"En primavera,
cuando verdean los bosques,
me esforzaré por decirte lo que pienso"
Muchísimas gracias --dijo Alicia.
"En verano,
cuando los días son largos
a lo mejor llegues a comprenderla.
En otoño,
cuando las frondas lucen castañas,
tomarás pluma y papel para anotarla."
Gracias, Paul, por invitarme a decir lo que pienso o lo que imagino...aunque de sueño se trate...lo que sí sé bien es que los bosques verdean. ¿No te parecen un sueño?