"Cierto hombre devoto, convencido de que era un sincero buscador de la Verdad, se sometió a un largo curso de disciplina y estudio.
Tuvo muchas experiencias con varios maestros, tanto en su vida interna como externa, por un período considerable de tiempo.
Un día meditando vio de pronto al diablo sentado a su lado.
- “Aléjate, demonio – gritó-, tú no tienes ningún poder para dañarme pues yo estoy siguiendo el Camino de los Elegidos”.
La aparición se esfumó.
Un verdadero sabio que pasaba por allí, le dijo con tristeza:
- “¡ Ay amigo ! Has puesto tus esfuerzos sobre bases tan inseguras como tu miedo inalterado, tu avaricia y tu autoestima, y has llegado a tu última experiencia posible.”
- “¿ Y por qué ?” - preguntó el buscador.
- “Ese diablo era en realidad un ángel. Diablo es como tú lo has visto.”
1 comentario:
Es una lucha permanente que libramos todos los días contra nosotros mismos.
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